miércoles, 3 de diciembre de 2008

La fe explicada en el Evangelio

Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego.
A Cristo Jesús no lo han visto ustedes y, sin embargo, lo aman; al creer en él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 1, 3-9

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