domingo, 22 de mayo de 2016

Comuniones modernas

Leyendo " Dios o nada " de el CArdenal R Sarah he encontrado parte de un párrafo que me ha recordado lo que tanto me he oído a algunos, que se aburren en Misa, que es tan aburrido que los niños no quieren ir, que prefieren más música y que sea atractivo, interactivo, participativa....... Y en esta letras yo he visto una respuesta sencilla y clara. Habla del concilio Vaticano II.
Este mismo Sábado en la Misa coincidió que había primeras comuniones, por arte de magia se comieron el Padre nuestro y cantaron una canción que tenía peticiones parecidas..... Vienen los párrafos que ni al pelo. ( nadi se arrodilló en la consagración ...eso sí en La Paz todos se besaban y abrazaban, menos mal)

“Vimos a toda clase de creativos y animadores que buscaban más bien artimañas para presentar la liturgia de modo atrayente, más comunicativo, implicando cada vez a más gente, pero olvidando que la liturgia está hecha para Dios. Si Dios se convierte en el gran ausente, podemos llegar a toda clase de desviaciones, desde las más triviales a las más abyectas.
Benedicto XVI ha recordado con frecuencia que la liturgia no puede considerarse una obra de la creatividad personal. Si hacemos una liturgia para nosotros mismos, se aleja de lo divino: se convierte en una representación teatral ridícula, vulgar y aburrida. Y se desemboca en liturgias que parecen operetas, fiestas dominicales para divertirse o disfrutar juntos después de una semana de trabajo y de afanes de todo tipo. Después de la celebración eucarística, los fieles vuelven a casa sin haberse encontrado personalmente con Dios y sin haberle escuchado en lo más íntimo de su corazón. Falta ese cara a cara con Dios contemplativo y silencioso que nos transforma y nos devuelve las energías que permiten revelarlo a un mundo cada vez más indiferente a las cuestiones espirituales. El centro del misterio eucarístico es la celebración de la Pasión, de la dolorosa muerte de Cristo y de su Resurrección: si ese misterio queda ahogado por largas ceremonias ruidosas y recargadas, hay que temerse lo peor. Algunas misas son tan bullangueras que no difieren mucho de una feria de pueblo. Es necesario volver a descubrir que la esencia de la liturgia quedará eternamente marcada por el deseo de la búsqueda filial de Dios.”

Pasaje de: Sarah, Cardenal Robert. “Dios o nada (Mundo y Cristianismo)