Vivir en paz con tus semejantes es consecuencia de la caridad, la prueba de que amas al prójimo como a ti mismo, de que respetas su voluntad tanto como la tuya y estás dispuesto a unir las dos aun a costa de la autorrenuncia. De este modo, no solo preservas la paz de tu vida, sino que trazas con claridad el camino hacia la paz en el corazón de los demás.
3 comentarios:
Él nos amó primero,Él es el rostro de la misericordia del Padre.De ahí ha de emanar nuestra caridad,
Si, razón tienes.
Muchas veces he oído " siempre me toca a mí, solo yo hago, siempre cedo yo........" Y es que es difícil de entender esa autorrenuncia si no lo aderezas con lo que tú dices el que El lo hizo primero.
Un abrazo
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