miércoles, 30 de diciembre de 2015

Sobre el Pecado

pecado
nombre masculino
  1. 1.
    Pensamiento, palabra o acción que, en una determinada religión, se considera que va contra la voluntad de Dios o los preceptos de esa religión.
    "la noción de pecado aparece en todas las religiones teístas"
  2. 2.
    Estado de la persona que ha pecado y todavía no ha recibido el perdón.
    "estar en pecado; vida de pecado"


Durante bastante tiempo he sido catequista de Niños y me sirvió la forma de explicarles a ellos que era el pecado. Luego no se cuanto tiempo les quedó en la cabeza, pero al menos  espero que cuando escuchen la palabra o el concepto sepan distinguir lo que es Pecado y o que no y lo que significa.

Pecar es como cuando a nuestros padres no les obedecemos. 


¿A que hay que obedecer? sencillo, a todo lo que nuestros padres nos pidan que obedezcamos. 
¿Incluso si pensamos que no esta bien? si, porque son nuestros padres y porque el que obedece no se equivoca.

Pecar es como por ejemplo desobedecer cuando hay que ponerse a estudiar y yo no apago la TV porque desobedezco (ojalá fueran así de gordos los pecados de los mayores) pero por el dolor que les hacemos a los padres por no hacerles caso. Pecar es darle una patada  Fulanita o Menganito en el patio del colegio y además desearle que se rompa la cabeza por la escaleras .......AGGGGG eso ya es más gordo, los padres siempre dicen que no hay que pegar a nadie.....
Todas estas cosas hacen daño a nuestros padres  por desobedecerles, pero no solo por la desobediencia, sino por el daño que tiene  en el corazón. 


Así Dios es Padre y cada vez que no hacemos lo que El tiene fijado para cada uno de nosotros el se queda con pena en el corazón.
Si entendemos a Dios como Padre el desobedecer sabemos que significa.

Vale, ya  no somos niños, pero Dios si es Padre y en cierta forma también nosotros niños eternamente. 
En lo que se refiere al trato a los demás es sencillo ver cuando hacemos un mal. Pero es difícil sin Fe ver que esos males a los demás acarrean un perjuicio y dolor a Nuestro Padre Dios. Solo mediante la Fe lo podremos comprender.

Pero, tranquilos Dios no se cabrea así como así y se le puede pedir perdón, siempre perdona y sin rencor. ( Por medio de la Confesión o sacramento de la Penitencia)



La iglesia puso unos mandamientos a seguir ( recordemos que son los mismos 10 que estaban en las Tablas de la Ley de los Judios) más luego 5 más que son para poder vivir dentro de la Iglesia. 

Los mandamientos Son las Reglas a Seguir.


MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA
Colorealas imágenes y luego apréndelas de memoria.

sábado, 26 de diciembre de 2015

Navidad tradición y definicion

Navidad es un término de origen latino que significa nacimiento  y da nombre a la fiesta que se realiza con motivo de la llegada de Jesucristo a nuestro mundo. El término también se utiliza para hacer referencia al día en que se celebra: el 25 de diciembre (para las iglesias católicas, anglicanas, ortodoxa rumana y algunas protestantes) o el 7 de enero (para las iglesias ortodoxas que no adoptaron el calendario gregoriano).
Aunque la tradición indica que el nacimiento de Cristo se produjo un 25 de diciembre en Belén, los historiadores creen que la verdadera natividad de Jesús tuvo lugar  entre abril y mayo.

Tradición 
Del latín traditio, la tradición  es el conjunto de bienes culturales que se transmite de generación en generación dentro de una comunidad. Se trata de aquellas costumbres y manifestaciones que cada sociedad considera valiosas y las mantiene para que sean aprendidas por las nuevas generaciones, como parte indispensable del legado cultural.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Homilia Papa Francisco Misa de Navidad

Homilía del Papa Francisco en la Misa de Navidad

2015-12-24


TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA DE NAVIDAD DEL PAPA FRANCISCO

En esta noche brilla una «luz grande» (Is 9,1); sobre nosotros resplandece la luz del nacimiento de Jesús. Qué actuales y ciertas son las palabras del profeta Isaías, que acabamos de escuchar: «Acreciste la alegría, aumentaste el gozo» (Is 9,2). Nuestro corazón estaba ya lleno de alegría mientras esperaba este momento; ahora, ese sentimiento se ha incrementado hasta rebosar, porque la promesa se ha cumplido, por fin se ha realizado. El gozo y la alegría nos aseguran que el mensaje contenido en el misterio de esta noche viene verdaderamente de Dios. No hay lugar para la duda; dejémosla a los escépticos que, interrogando sólo a la razón, no encuentran nunca la verdad. No hay sitio para la indiferencia, que se apodera del corazón de quien no sabe querer, porque tiene miedo de perder algo. La tristeza es arrojada fuera, porque el Niño Jesús es el verdadero consolador del corazón.  

Hoy ha nacido el Hijo de Dios: todo cambia. El Salvador del mundo viene a compartir nuestra naturaleza humana, no estamos ya solos ni abandonados. La Virgen nos ofrece a su Hijo como principio de vida nueva. La luz verdadera viene a iluminar nuestra existencia, recluida con frecuencia bajo la sombra del pecado. Hoy descubrimos nuevamente quiénes somos. En esta noche se nos muestra claro el camino a seguir para alcanzar la meta. Ahora tiene que cesar el miedo y el temor, porque la luz nos señala el camino hacia Belén. No podemos quedarnos inermes. No es justo que estemos parados. Tenemos que ir y ver a nuestro Salvador recostado en el pesebre. Este es el motivo del gozo y la alegría: este Niño «ha nacido para nosotros», «se nos ha dado», como anuncia Isaías (cf. 9,5). Al pueblo que desde hace dos mil años recorre todos los caminos del mundo, para que todos los hombres compartan esta alegría, se le confía la misión de dar a conocer al «Príncipe de la paz» y ser entre las naciones su instrumento eficaz.

Cuando oigamos hablar del nacimiento de Cristo, guardemos silencio y dejemos que ese Niño nos hable; grabemos en nuestro corazón sus palabras sin apartar la mirada de su rostro. Si lo tomamos en brazos y dejamos que nos abrace, nos dará la paz del corazón que no conoce ocaso. Este Niño nos enseña lo que es verdaderamente importante en nuestra vida. Nace en la pobreza del mundo, porque no hay un puesto en la posada para Él y su familia. Encuentra cobijo y amparo en un establo y viene recostado en un pesebre de animales. Y, sin embargo, de esta nada brota la luz de la gloria de Dios. Desde aquí, comienza para los hombres de corazón sencillo el camino de la verdadera liberación y del rescate perpetuo. De este Niño, que lleva grabados en su rostro los rasgos de la bondad, de la misericordia y del amor de Dios Padre, brota para todos nosotros sus discípulos, como enseña el apóstol Pablo, el compromiso de «renunciar a la impiedad» y a las riquezas del mundo, para vivir una vida «sobria, justa y piadosa» (Tt 2,12).  

En una sociedad frecuentemente ebria de consumo y de placeres, de abundancia y de lujo, de apariencia y de narcisismo, Él nos llama a tener un comportamiento sobrio, es decir, sencillo, equilibrado, lineal, capaz de entender y vivir lo que es importante. En un mundo, a menudo duro con el pecador e indulgente con el pecado, es necesario cultivar un fuerte sentido de la justicia, de la búsqueda y el poner en práctica la voluntad de Dios. Ante una cultura de la indiferencia, que con frecuencia termina por ser despiadada, nuestro estilo de vida ha de estar lleno de piedad, de empatía, de compasión, de misericordia, que extraemos cada día del pozo de la oración.   

Que, al igual que el de los pastores de Belén, nuestros ojos se llenen de asombro y maravilla al contemplar en el Niño Jesús al Hijo de Dios. Y que, ante Él, brote de nuestros corazones la invocación: «Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación» (Sal 85,8).

Mensaje Obispo Bilbao para esta Navidad

Mons. Iceta, que esta tarde, a las 17:30 h., presidirá la Eucaristía con la fundación Gizakia, en Gordexola, ha dirigido un mensaje a la Diócesis en el que recuerda que acabamos de iniciar el año de la misericordia, "un año para experimentar en nuestra vida el gran amor que Dios nos tiene. Él viene a nuestro encuentro. Ha tomado nuestra carne. Se ha hecho Niño en Belén”.

El Obispo en su Mensaje de Navidad resalta que contemplar a Jesús en el pesebre “es percibir el amor de Dios que se ha hecho uno de nosotros. En el portal de Belén -dice Mons. Iceta- vemos los rasgos de esa misericordia: humildad, pequeñez, paz, amor, esperanza, ternura, alegría”.
"La misericordia de Dios transforma nuestro corazón". El prelado solicita que salgamos al encuentro de los necesitados porque "Dios nos envía a ellos y nos espera en ellos". Pide por tanto, que nadie se sienta excluido de "percibir el amor de Dios y nuestra ayuda fraterna”.
Mons. Iceta desea que el año nuevo, que pronto va a comenzar, sea fuente de bendición para todos, “que la misericordia de Dios renueve nuestra vida, nuestra Iglesia, nuestra sociedad y el mundo entero. Que seamos servidores de la paz, de la justicia, de la fraternidad que Dios nos otorga, ministros de su reconciliación”.
Finalmente desea para toda la Diócesis “una santa y feliz Navidad. Pido al Señor que os bendiga en el año que vamos a comenzar. Feliz Navidad y un año 2016 lleno de esperanza y de paz”.



sábado, 19 de diciembre de 2015

Como ganar una indulgencia

Sencillo, te lo resumo. Por ejemplo vas a Bilbao, pasas por puerta de Catedral o en Basílica Begoña.
Confesado, comulgas, rezas por el Santo padre, un credo y quieres conseguir la indulgencia para ti o para difuntos ....

1. El «Código de derecho canónico» (c. 992) y el «Catecismo de la Iglesia católica» (n. 1471), definen así la indulgencia: «La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos».
2. En general, para lucrar las indulgencias hace falta cumplir determinadas condiciones (las enumeramos en los números 3 y 4) y realizar determinadas obras (en los números 8, 9 y 10 se indican las que corresponden al Año santo).
3. Para lucrar las indulgencias, tanto plenarias como parciales, es preciso que, al menos antes de cumplir las últimas exigencias de la obra indulgenciada, el fiel se halle en estado de gracia.
4. La indulgencia plenaria sólo se puede obtener una vez al día. Pero, para conseguirla, además del estado de gracia, es necesario que el fiel
- tenga la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso i
- se confiese sacramentalmeпte de sus pecados; 
reciba la sagrada Eucaristía (ciertamente, es mejor recibirla participando en la santa misa, pero para la indulgencia sólo es necesaria la sagrada Comunión);
ore según las intenciones del Romano Pontífice.
5. Es conveniente, pero no necesario, que la confesión sacramental, y especialmente la sagrada Comunión y la oración por las intenciones del Papa, se hagan el mismo día en que se realiza la obra indulgenciada; pero es suficiente que estos sagrados ritos y oraciones se realicen dentro de algunos días (unos veinte) antes o después del acto indulgenciado. La oración según la mente del Papa queda a elección de los fieles, pero se sugiere un «Padrenuestro» y un «Avemaría». Para varias indulgencias plenarias basta una confesión sacramental, pero para cada indulgencia plenaria se requiere una distinta sagrada Comunión y una distinta oración según la mente del Santo Padre.
6. Los confesores pueden conmutar, en favor de los que estén legítimamente impedidos, tanto la obra prescrita como las condiciones requeridas (obviamente, excepto el desapego del pecado, incluso venial).
7. Las indulgencias siempre son aplicables o a sí mismos o a las almas de los difuntos, pero no son aplicables a otras personas vivas en la tierra.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Que es una indulgencia catecismo Iglesia catolica

SEGÚN EL CATECISMO DE LA
IGLESIA CATÓLICA
X - LAS INDULGENCIAS
1471 La doctrina y la práctica de las indulgencias en la Iglesia están estrechamente ligadas a los efectos del sacramento de la Penitencia.
Qué son las indulgencias:
"La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos."
"La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pena temporal debida por los pecados en parte o totalmente."
"Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias".


Las penas del pecado
 1472 Para entender esta doctrina y esta práctica de la Iglesia es preciso recordar que el pecado tiene una doble consecuencia. El pecado grave nos priva de la comunión con Dios y por ello nos hace incapaces de la vida eterna, cuya privación se llama la "pena eterna" del pecado. Por otra parte, todo pecado, incluso venial, entraña apego desordenado a las criaturas que es necesario purificar, sea aquí abajo, sea después de la muerte, en el estado que se llama Purgatorio. Esta purificación libera de lo que se llama la "pena temporal" del pecado. Estas dos penas no deben ser concebidas como una especie de venganza, infligida por Dios desde el exterior, sino como algo que brota de la naturaleza misma del pecado. Una conversión que procede de una ferviente caridad puede llegar a la total purificación del pecador, de modo que no subsistiría ninguna pena.
 1473 El perdón del pecado y la restauración de la comunión con Dios entrañan la remisión de las penas eternas del pecado. Pero las penas temporales del pecado permanecen. El cristiano debe esforzarse, soportando pacientemente los sufrimientos y las pruebas de toda clase y, llegado el día, enfrentándose serenamente con la muerte, por aceptar como una gracia estas penas temporales del pecado; debe aplicarse, tanto mediante las obras de misericordia y de caridad, como mediante la oración y las distintas prácticas de penitencia, a despojarse completamente del "hombre viejo" y a revestirse del "hombre nuevo".

Catecismo Iglesia católica números 1471-1473

Que es una indulgencia wikipedia

Copia de la Wikipedia

Indulgencia

La doctrina de las indulgencias es un concepto de la teología católica estrechamente ligado a los conceptos de pecadopenitenciaremisión y purgatorio. En su formulación actual consiste en que ciertas consecuencias del pecado, como la pena temporal del mismo, pueden ser objeto de una remisión o indulgencia (del latín indulgentia: 'bondad, benevolencia, gracia, remisión, favor') concedida por determinados representantes de la Iglesia y bajo ciertas condiciones. Esta institución se remonta al cristianismoantiguo y tanto su práctica como su formulación han evolucionado a lo largo del tiempo. La doctrina protestante no la acepta por considerar que carece de fundamento bíblico. Por tal razón, a partir de la Reforma, solo fue objeto de desarrollo en el ámbito de la Iglesia católica.
En la doctrina católica, la indulgencia, a diferencia del sacramento de la penitencia o reconciliación, no perdona el pecado en sí mismo, sino que exime de las penas de carácter temporal que de otro modo los fieles deberían purgar, sea durante su vida terrenal, sea luego de la muerte en el purgatorio. La indulgencia no es un sacramento como la penitencia. Puede ser concedida por el papa, los obispos y los cardenales, a quienes, por ejemplo, recen determinada oración, visiten determinado santuario, utilicen ciertos objetos de culto, realicen ciertos peregrinajes, o cumplan con otros rituales 



jueves, 17 de diciembre de 2015

Envidia

La envidia  es  justo  lo  opuesto  a  la  caridad  en  el  pensamiento,  los  sentimientos,  los  deseos  y  la  conducta. Como  miembros  del  Cuerpo  Místico  de  Cristo,  debemos  ayudarnos  y  apoyarnos  mutuamente,  cosa que  la envidia  hace  imposible. El amor se  regocija  en  el bien allí donde lo  encuentra; la  envidia  es la tristeza  causada  por el bien: ver la felicidad de  otros hiere  la mirada  y  el corazón del envidioso. El amor  desea  dar  y  la  envidia  recibir. El  amor  crea  y  la  envidia  aniquila.  El  amor  construye  y  la  envidia  destruye.  El  amor  presta  ayuda  a quien  está  necesitado,  consuela  al  afligido  y  lucha  por  convertir  en  bueno  todo  lo  malo;  la  envidia transforma la  escasa  felicidad de  este mundo en mal, en pesar  y  en dolor. La  alegría  vengativa  y  resentida  causada  por  la  desdicha  ajena  va  casi  siempre  acompañada  de  la  envidia.  Nada  de  esto  procede  de  nuestro  Padre  del  cielo,  que  es  bondad  infinita  y  que  solo  puede alegrarse  en  el  bien.  La  satisfacción  por  la  desgracia  ajena  tiene  su  origen  en  el  demonio,  el  cual,  en  su profunda  miseria, no conoce  otro placer que  el que  halla  en nuestro dolor.

El poder oculto de la Amabilidad
LAWRENCE G.  LOVASIK


miércoles, 16 de diciembre de 2015

Aversión y manía al prójimo

Una  aversión  es  un  sentimiento  inexplicable  de  disgusto  o  desagrado  hacia  alguna  persona.  No nace  de  una  ofensa  concreta  ni  encuentra  explicación  en  lo  que  habitualmente  origina  un rechazo,  como  los  celos,  la  envidia,  la  rivalidad  o  la  ambición.  A  veces  puede  responder  a  cierta incomprensión,  o  ser  el  resultado  de  un  conflicto  entre  temperamentos  o  caracteres  de  tal magnitud que  lo que hace  o dice  la otra  persona  nos molesta  de  manera  casi instintiva. Incluso es posible que  sintamos al mismo tiempo antipatía  y  admiración hacia alguien. Aunque  puede  parecer  una  fuerza  débil  y  sutil  del  corazón  humano,  a  veces  llega  a  extinguir  la auténtica  caridad.  Cuando  alguien  amable  por  naturaleza  es  incapaz  de  dirigir  una  sola  palabra agradable  a  otra  persona  -aun  cuando  esta  no  haya  hecho  nada  malo-  si  coincide  con  ella,  la fuerza  de  la  aversión  está  actuando  como  un  malvado  hechizo.  Esa  fuerza  que  nos  arranca  la palabra  de  la boca  y  el calor del corazón proviene  de  algún defecto  de  nuestro propio  yo. Experimentar  esta  clase  de  sentimientos  no  es  pecado,  pero  sí  lo  es  dejarse  dominar  por  ellos y permitir  que  te  arrastren  sin  oponer  resistencia.  Dios  quiere  que  hagas  un  auténtico  esfuerzo para  que  tu  alma  recobre  al  menos  parte  de  su  paz  anterior.  Yeso  se  puede  lograr  redirigiendo o  identificando  sentimientos  de  esta  clase  en  cuanto  los  notas  brotar  dentro  de  ti,  pero  sobre todo llenando tu corazón de  un espíritu de  caridad. Manifiestas  aversión  cuando  dejas  ver  a  los  demás  tus  sentimientos  con  respecto  a  la  persona que  te desagrada  y  añades algún comentario ácido  sobre  sus defectos reales  o imaginarios. Manifiestas  aversión  con  tu  conducta  descortés  y  contraria  a  la  caridad  si  contestas  con brusquedad  a  la  persona  que  te  cae  mal,  y  la  ridiculizas  e  incluso  la  insultas  con  lo  que  a  ti  te parecen comentarios ingeniosos. A veces te excusarás diciendo que  obrar de  otra  manera  sería hipócrita, pero ocultar nuestros sentimientos más bajos nunca  es hipocresía. Manifiestas  aversión  también  si  te  niegas  a  involucrarte  en  cualquier  actividad  o  diversión  en la  que  participe  la  persona  que  te  causa  rechazo.  Es  una  falta  grave  de  caridad  preferir  que  un trabajo  esté  mal  hecho  o  dejar  de  disfrutar  de  un  buen  rato  con  tal  de  no  tener  trato  con  quien te resulta  antipático.


APRENDE A VENCER TUS AVERSIONES Puedes  superar  tus  sentimientos  de  aversión  redirigiéndolos  o  identificándolos  en  cuanto  tu alma  los  perciba;  manteniéndolos  ocultos  y  no  hablando  de  ellos;  comportándote  de  un  modo especialmente  amable,  siempre  que  tengas  ocasión,  con  la  persona  que  te  desagrada; recordando  que  posiblemente  tú  también  les  resultas  antipático  a  otros;  convenciéndote  de  que no  puedes  amar  a  Dios  si  no  amas  a  tus  enemigos;  y  rezando  habitualmente  por  quienes  te producen rechazo. Tal  vez  nunca  llegues  a  dominar  del  todo  tus  sentimientos’  pero  tampoco  es  absolutamente necesario.  Una  vez  que  hayas  erradicado  cualquier  manifestación  externa  y  consciente  de  tu aversión,  es  preferible  el  objetivo  de  luchar  por  ocultar  tus  sentimientos  que  por  dominarlos plenamente.  La  mayor  prueba  de  auténtica  caridad  que  puedes  dar  en  tu  vida  es  tu  actitud  y  tu conducta habitual  con aquellos cuyo  carácter suscita  en ti  una  reacción de  antipatía. Dice  Santiago:  «Acercaos  a  Dios,  y  Él  se  acercará  a  vosotros.  Limpiad  vuestras  manos, pecadores,  y  purificad  vuestros  corazones,  hombres  vacilantes» 78.  Después  de  haber  limpiado tu  corazón  en  el  agua  cristalina  de  la  caridad,  toda  aversión  se  convertirá,  lenta  y silenciosamente, en una  atracción real  y  en una  caridad auténtica.

LAWRENCE G.  LOVASIK EL PODER OCULTO DE LA AMABILIDAD 

martes, 15 de diciembre de 2015

Decreto Mario Iceta Obispo de Bilbao Sobre el Año de la Misericordia

MARIO ICETA GABICAGOGEASCOA,
POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SEDE APOSTÓLICA,
OBISPO DE BILBAO

DECRETO

«Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz». Estas palabras del Santo Padre Francisco nos introducen en el Jubileo de la Misericordia para que seamos “misericordiosos como el Padre”. «Hay momentos —afirma el Papa— en lo que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia, para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre» (MV 3).

En la Bula de convocación de este Jubileo Extraordinario el papa Francisco afirma que «la misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia». Es necesario, pues, volver a descubrir el sentido y la práctica de las obras de misericordia espirituales y corporales. No se puede olvidar que la misericordia se hace visible en gestos concretos.

El Jubileo de la Misericordia necesita ser celebrado con calidad, sencillez y belleza para que este tiempo que media entre el día 8 de diciembre de 2015 y el 20 de noviembre de 2016, inicio y conclusión del Jubileo, sea para todo el pueblo de Dios «un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual» (MV 3).

En conformidad con lo establecido en la Bula Misericordiae Vultus y la Carta en la que el Santo Padre Francisco concede la indulgencia con ocasión del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, DECRETO para nuestra diócesis de Bilbao, lo que sigue:

  1. Los templos jubilares serán la santa iglesia catedral del Señor Santiago y el santuario de Begoña. En ambos templos se posibilitará a los fieles el poder celebrar el sacramento de la Reconciliación.
  2. El día 13 de diciembre (III Domingo de Adviento) será abierta la Puerta Santa de la iglesia catedral y, al mismo tiempo, será inaugurado el Año Jubilar en el santuario de Begoña.
  3. En el Año de la Misericordia, la indulgencia tiene una relevancia especial. Se puede alcanzar, por la misericordia de Dios, la indulgencia plenaria de la pena temporal por los propios pecados y aplicable en sufragio de las almas de los fieles difuntos, con las condiciones de costumbre: arrepentimiento, confesión, comunión sacramental y oración por las intenciones del Papa.
  4. Se lucrará la indulgencia en cualquiera de los dos templos jubilares visitados en peregrinación en los que se participe en alguna celebración, o, al menos, se tenga un tiempo de meditación y se recen el Padre nuestro, el Credo, se invoque a la Virgen María y se ore por las intenciones del Papa.
  5. Quienes no pueden llegar a los templos jubilares por causa justa (p. ej.: personas presas, enfermas, ancianas, impedidas, vida monástica en clausura, etc.), podrán obtener la indulgencia, rezando en su capilla o donde se encuentren, lo dicho en el punto anterior y, si es posible, uniéndose a alguna celebración, también por los medios de comunicación. Será de gran ayuda vivir la enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor que en el misterio de su pasión, muerte y resurrección indica la vía maestra para dar sentido al dolor y a la soledad.
  6. Los presbíteros con licencia para oír confesiones podrán absolver en cualquier lugar de la Diócesis, dentro del sacramento de la Reconciliación, del pecado de aborto a quienes, debidamente arrepentidos, pidan el perdón.
  7. El día 13 de noviembre de 2016 se cerrará la Puerta Santa de la iglesia catedral y se clausurará el Año Jubilar en el santuario de Begoña.

Por intercesión de la Virgen María pedimos con el Papa: «En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos (Sal 25,6)».

Dado en Bilbao a veintitrés de noviembre de dos mil quince.




X Mario Iceta Gabicagogeascoa
   Obispo de Bilbao

   Por mandato del Sr. Obispo


Félix Mª Alonso Alonso

Canciller

Homilia Papa Francisco día de la Inmaculada habla también sobre apertura puerta Santa

Me parece Que estos días las palabras que están siendo pronunciadas son importantes y ayudarán a vivir la Fe.

                               SANTA MISA Y APERTURA DE LA PUERTA SANTA
HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
Plaza de San Pedro
Martes 8 de diciembre de 2015
Inmaculada Concepción de la Virgen María


En breve tendré la alegría de abrir la Puerta Santa de la Misericordia. Como hice en Bangui, cumplimos este gesto, a la vez sencillo y fuertemente simbólico, a la luz de la Palabra de Dios que hemos escuchado, y que pone en primer plano el primado de la gracia. En efecto, en estas lecturas se repite con frecuencia una expresión que evoca la que el ángel Gabriel dirigió a una joven muchacha, asombrada y turbada, indicando el misterio que la envolvería: «Alégrate, llena de gracia» (Lc 1,28).


La Virgen María está llamada en primer lugar a regocijarse por todo lo que el Señor hizo en ella. La gracia de Dios la envolvió, haciéndola digna de convertirse en la madre de Cristo. Cuando Gabriel entra en su casa, también el misterio más profundo, que va más más allá de la capacidad de la razón, se convierte para ella en un motivo de alegría, motivo de fe, motivo de abandono a la palabra que se revela. La plenitud de la gracia transforma el corazón, y lo hace capaz de realizar ese acto tan grande que cambiará la historia de la humanidad.
La fiesta de la Inmaculada Concepción expresa la grandeza del amor Dios. Él no sólo perdona el pecado, sino que en María llega a prevenir la culpa original que todo hombre lleva en sí cuando viene a este mundo. Es el amor de Dios el que previene, anticipa y salva. El comienzo de la historia del pecado en el Jardín del Edén desemboca en el proyecto de un amor que salva. Las palabras del Génesis nos remiten a la experiencia cotidiana de nuestra existencia personal. Siempre existe la tentación de la desobediencia, que se manifiesta en el deseo de organizar nuestra vida al margen de la voluntad de Dios. Esta es la enemistad que insidia continuamente la vida de los hombres para oponerlos al diseño de Dios. Y, sin embargo, también la historia del pecado se comprende sólo a la luz del amor que perdona. El pecado sólo se entiende con esta luz. Si todo quedase relegado al pecado, seríamos los más desesperados de entre las criaturas, mientras que la promesa de la victoria del amor de Cristo encierra todo en la misericordia del Padre. La palabra de Dios que hemos escuchado no deja lugar a dudas a este propósito. La Virgen Inmaculada es para nosotros testigo privilegiado de esta promesa y de su cumplimiento.
Este Año Extraordinario es también un don de gracia. Entrar por la puerta significa descubrir la profundidad de la misericordia del Padre que acoge a todos y sale personalmente al encuentro de cada uno. Es Él el que nos busca. Es Él el que sale a nuestro encuentro. Será un año para crecer en la convicción de la misericordia. Cuánto se ofende a Dios y a su gracia cuando se afirma sobre todo que los pecados son castigados por su juicio, en vez de destacar que son perdonados por su misericordia (cf. san Agustín, De praedestinatione sanctorum 12, 24) Sí, así es precisamente. Debemos anteponer la misericordia al juicio y, en cualquier caso, el juicio de Dios tendrá lugar siempre a la luz de su misericordia. Que el atravesar la Puerta Santa, por lo tanto, haga que nos sintamos partícipes de este misterio de amor. Abandonemos toda forma de miedo y temor, porque no es propio de quien es amado; vivamos, más bien, la alegría del encuentro con la gracia que lo transforma todo.
Hoy, aquí en Roma y en todas las diócesis del mundo, cruzando la Puerta Santa, queremos recordar también otra puerta que los Padres del Concilio Vaticano II, hace cincuenta años, abrieron hacia el mundo. Esta fecha no puede ser recordada sólo por la riqueza de los documentos producidos, que hasta el día de hoy permiten verificar el gran progreso realizado en la fe. En primer lugar, sin embargo, el Concilio fue un encuentro. Un verdadero encuentro entre la Iglesia y los hombres de nuestro tiempo. Un encuentro marcado por el poder del Espíritu que empujaba a la Iglesia a salir de las aguas poco profundas que durante muchos años la habían recluido en sí misma, para reemprender con entusiasmo el camino misionero. Era un volver a tomar el camino para ir al encuentro de cada hombre allí donde vive: en su ciudad, en su casa, en el trabajo...; dondequiera que haya una persona, allí está llamada la Iglesia a ir para llevar la alegría del Evangelio y llevar la misericordia y el perdón de Dios. Un impulso misionero, por lo tanto, que después de estas décadas seguimos retomando con la misma fuerza y el mismo entusiasmo. El jubileo nos estimula a esta apertura y nos obliga a no descuidar el espíritu surgido en el Vaticano II, el del Samaritano, como recordó el beato Pablo VI en la conclusión del Concilio. Que al cruzar hoy la Puerta Santa nos comprometamos a hacer nuestra la misericordia del Buen Samaritano.

Homilia Obispo Munilla para la apertura de la puerta Santa Donosti

Adjunto link http://www.elizagipuzkoa.org/adjuntos/Incio%20del%20Jubileo%20de%20la%20Misericordia(1).pdf

De Homilia Obispo de San Sebastián como opción de la apertura de la puerta Santa en Donosti y la de las Basílicas de Loyola y Aranzazu.

lunes, 14 de diciembre de 2015

Papa Francisco parte homilia 14 diciembre

De la Holilia de hoy en Santa Marta te copio la referencia de Papa al Evangelio.
En el Evangelio  (Mt 21,23-27) están los jefes de los sacerdotes que preguntan a Jesús con qué autoridad actúa. No tienen horizontes, son hombres encerrados en sus cálculos, esclavos de sus propias rigideces. Y los cálculos humanos cierran el corazón, cierran la libertad, mientras que la esperanza nos hace ligeros. ¡Qué hermosa es la libertad, la magnanimidad, la esperanza de un hombre y una mujer de Iglesia. En cambio, qué fea y cuánto mal hace la rigidez de una mujer o de un hombre de Iglesia, la rigidez clerical, que no tiene esperanza. En este Año de la Misericordia, están esos dos caminos: quien tiene esperanza en la misericordia de Dios y sabe que Dios es Padre, que Dios perdona siempre y todo, que más allá del desierto está el abrazo del Padre, el perdón. Y luego están los que se refugian en su esclavitud, en su rigidez, y no saben nada de la misericordia de Dios. Estos eran doctores, habían estudiado, pero su ciencia no les salvó.

Recuerdo que en 1992 en Buenos Aires, durante una Misa por los enfermos, estaba yo confesando desde hacía muchas horas, cuando llegó una mujer muy anciana, de ochenta años, con esos ojos que ven más allá, esos ojos llenos de esperanza. Y yo le dije: ‘Abuela, ¿viene usted a confesarse? Porque yo me estaba yendo’. ‘Sí’. ‘¡Pero si usted no tiene pecados!’. Y ella me dice: ‘Padre, todos los tenemos’. ‘Pero, ¿acaso el Señor no los perdona?’. ‘¡Dios lo perdona todo!’, me dijo. ‘¿Y cómo lo sabe?’, le pregunté. ‘Porque si Dios no lo perdonase todo, el mundo no existiría’. Ante estas dos personas –el libre, con la esperanza que te lleva a la misericordia de Dios, y el cerrado, el legalista, el egoísta, el esclavo de sus rigideces– recordemos la lección que me dio esta anciana de 80 años –era portuguesa–: Dios lo perdona todo, solo espera que tú te acerques.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Síntesis, resumen de la Bula de la Misericordia

Síntesis de la Bula ''Misericordiae Vultus'' con la que el Papa ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia

Ciudad del Vaticano, 12 de abril 2015 (Vis).– Ofrecemos a continuación una síntesis de la Bula ''Misericordiae Vultus'' con la que el Papa ha convocado el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
La Bula de convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia titulada ''Misericordiae vultus se compone de 25 números. El Papa Francisco describe los rasgos más sobresalientes de la misericordia situando el tema, ante todo, bajo la luz del rostro de Cristo. La misericordia no es una palabra abstracta, sino un rostro para reconocer, contemplar y servir. La Bula se desarrolla en clave trinitaria (números 6-9.) y se extiende en la descripción de la Iglesia como un signo creíble de la misericordia: "La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia" (n. 10).
El Papa Francisco indica las etapas principales del Jubileo. La apertura coincide con el quincuagéismo aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II:'' La Iglesia siente la necesidad de mantener vivo este evento. Para ella iniciaba un nuevo periodo de su historia. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo''.(n. 4). La conclusión tendrá lugar "en la solemnidad litúrgica de Jesucristo Rey del Universo, el 20 de noviembre de 2016. En ese día, cerrando la Puerta Santa, tendremos ante todo sentimientos de gratitud y de reconocimiento hacia la Santísima Trinidad por habernos concedido un tiempo extraordinario de gracia. Encomendaremos la vida de la Iglesia, la humanidad entera y el inmenso cosmos a la Señoría de Cristo, esperando que difunda su misericordia como el rocío de la mañana para una fecunda historia, todavía por construir con el compromiso de todos en el próximo futuro. "(n. 5) .
Una peculiaridad de este Año Santo es que se celebra no sólo en Roma, sino también en todas las demás diócesis del mundo. La Puerta Santa será abierta por el Papa en San Pedro el 8 de diciembre y el domingo siguiente en todas las iglesias del mundo. Otra de las novedades es que el Papa da la posibilidad de abrir la Puerta Santa también en los santuarios, meta de muchos peregrinos.
El Papa Francisco, recupera la enseñanza de San Juan XXIII, que hablaba de la "medicina de la Misericordia" y de Pablo VI que identificó la espiritualidad del Vaticano II con la del samaritano. La Bula también explica algunos aspectos sobresalientes del Jubileo: primero el lema "Misericordiosos como el Padre", a continuación el sentido de la peregrinación y sobre todo la necesidad del perdón. El tema particular que interesa al Papa se encuentra en el n. 15: las obras de misericordia espirituales y corporales deben redescubrirse "para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina.". Otra indicación atañe a la Cuaresma con el envío de los "Misioneros de la Misericordia" (n. 18). Nueva y original iniciativa con la que el Papa quiere resaltar de forma aún más concreta su cuidado pastoral. El Papa trata en los nn. 20-21 el tema de la relación entre la justicia y la misericordia, demostrando que no se detiene en una visión legalista, sino que apunta a un camino que desemboca en el amor misericordioso.
El n. 19 es un firme llamamiento contra la violencia organizada y contra las personas ''promotoras o cómplices'' de la corrupción. Son palabras muy fuertes con las que el Papa denuncia esta "llaga putrefacta" e insiste para que en este Año Santo haya una verdadera conversión: "¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo para dejarse tocar el corazón. Delante a tantos crímenes cometidos, escuchad el llanto de todas las personas depredadas por vosotros de la vida, de la familia, de los afectos y de la dignidad. Seguir como estáis es sólo fuente de arrogancia, de ilusión y de tristeza. La verdadera vida es algo bien distinto de lo que ahora pensáis. El Papa os tiende la mano. Está dispuesto a escucharos. Basta solamente que acojáis la llamada a la conversión y os sometáis a la justicia mientras la Iglesia os ofrece misericordia."(n. 19).
La referencia a la Indulgencia como tema tradicional del Jubileo se expresa en el n. 22. Un último aspecto original es el de la misericordia como tema común a Judios y Musulmanes: "Este Año Jubilar vivido en la misericordia pueda favorecer el encuentro con estas religiones y con las otras nobles tradiciones religiosas; nos haga más abiertos al diálogo para conocerlas y comprendernos mejor; elimine toda forma de cerrazón y desprecio, y aleje cualquier forma de violencia y de discriminación. "(n. 23).
El deseo del Papa es que este Año, vivido también en la compartición de la misericordia de Dios, pueda convertirse en una oportunidad para "vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. En este Jubileo dejémonos sorprender por Dios. Él nunca se cansa de destrabar la puerta de su corazón para repetir que nos ama y quiere compartir con nosotros su vida.. (…) En este Año Jubilar la Iglesia se convierta en el eco de la Palabra de Dios que resuena fuerte y decidida como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor. Nunca se canse de ofrecer misericordia y sea siempre paciente en el confortar y perdonar. La Iglesia se haga voz de cada hombre y mujer y repita con confianza y sin descanso: '' Acuérdate, Señor, de tu misericordia y de tu amor; que son eternos''.

fuente: http://www.news.va