“La importancia de esta experiencia personal me trae a la memoria un apotegma de los Padres del desierto, que se me quedó grabado durante mis estudios bíblicos en Jerusalén. Está traducido del copto y se refiere a la importancia de la vida interior, imprescindible en toda vida cristiana: «Un monje se encuentra con otro y le pregunta: “¿Por qué son tantos los que dejan la vida monástica?”. Y el otro contesta: “En la vida monástica sucede como con un perro que persigue a una liebre y corre detrás de ella ladrando; otros perros, al oírle ladrar, se le unen, y corren todos juntos detrás de la liebre. Sin embargo, al cabo de un rato, los perros que corren sin ver la liebre se dicen: pero ¿adónde vamos?, ¿por qué corremos? Se cansan, se desaniman y, uno tras otro, van dejando de correr. Únicamente los perros que ven a la liebre continúan persiguiéndola hasta el final y la acaban cazando”». Conclusión de la historia: solo quienes tienen los ojos puestos en la persona de Cristo en la Cruz perseveran hasta el final…”
Pasaje de: Sarah, Cardenal Robert. “Dios o nada (Mundo y Cristianismo) (Spanish Edition).